Durante años se ha culpado de las enfermedades del corazón al colesterol y los cardiólogos han recetado medicamentos para reducir el colesterol y han sugerido a los pacientes una dieta baja en grasas. En la década de 1990, el mercado se inundó de productos bajos en grasa o sin grasa. Para que estos productos sin grasa tuvieran buen sabor, los fabricantes empezaron a sustituir la grasa por azúcar adicional para hacerlos más sabrosos. Con la falta de grasa en estos productos, el consumidor nunca tiene una sensación de "satisfacción" o "saciedad" y el cuerpo anhela más y más del producto alto en azúcar. Básicamente, este estilo de alimentación estaba alimentando el "fuego" de las enfermedades cardiovasculares. Las calorías vacías adicionales que se consumen en la dieta sin grasa y altamente procesada han demostrado un aumento de la obesidad, el colesterol alto, la diabetes y las enfermedades del corazón. Sin embargo, comer el tipo correcto de grasa y proteína le indicará a su cerebro que está lleno y satisfecho, y detendrá los antojos de azúcar.
Hoy sabemos que el colesterol por sí solo no es el culpable de las enfermedades del corazón;
la dieta americana, con un exceso de azúcar y alimentos procesados, es, con mucho, la principal culpable.
Uno de los principales impulsores de las enfermedades del corazón es la inflamación. El azúcar y los alimentos procesados provocan inflamación, alteran el equilibrio hormonal y dañan el metabolismo. Un alto consumo de azúcar promueve un pico de azúcar en la sangre, además de desencadenar una mayor cantidad de cortisol, la hormona del estrés. Esto impide la capacidad del cuerpo para sanar y reparar.
De hecho, el colesterol es una sustancia química importante que nuestro cuerpo necesita para producir la hormona cortisona, que en realidad ayuda a controlar la inflamación. Comer carne magra, aves de corral, pescado, alubias y frutos secos, que contienen grandes cantidades de proteínas y grasas saludables, nos hará sentirnos llenos y satisfechos durante más tiempo, pero comer azúcar y alimentos procesados provocará inflamación. Uno de los medicamentos más recetados en Estados Unidos son las estatinas para ayudar a controlar los niveles de colesterol que han sido implicados en la causa de las enfermedades del corazón. Las estatinas se utilizan para bloquear la enzima que es estimulada por los niveles elevados de insulina. Los niveles de insulina se elevan al comer demasiado azúcar. Si usted está interesado en reducir su riesgo de enfermedades del corazón o desea dejar de tomar medicamentos para el colesterol alto en la sangre, el cambio de sus hábitos alimenticios con un plan eficaz que elimina los azúcares y los almidones procesados, así como las toxinas de los alimentos, ayudará absolutamente a la gran mayoría de las personas.
En Medicina Natural y Rehabilitación (NMR) uno de nuestros objetivos es educar a nuestros pacientes para ayudarles a reducir los riesgos de enfermedades del corazón. Ofrecemos pruebas de laboratorio completas para varios marcadores genéticos que pueden determinar su riesgo de enfermedad cardíaca, coagulación de la sangre y accidente cerebrovascular. Saberlo puede impulsar la motivación y la diligencia hacia un estilo de vida que reduzca en gran medida o elimine la predisposición genética de uno. La inflamación es el motor de las enfermedades cardíacas y de la mayoría de las enfermedades relacionadas. Los marcadores específicos de inflamación y oxidación, que no se analizan de forma rutinaria, evaluarán los "impulsores" de la enfermedad: la inflamación oculta.
Hoy sabemos que el consumo de alimentos que contienen colesterol no es el culpable de las enfermedades del corazón, pero sí lo es una dieta rica en azúcar y alimentos procesados. Los resultados de sus pruebas de laboratorio también nos permitirán personalizar los programas de tratamiento nutricional para ayudar a desintoxicar, limpiar y eliminar los alimentos que son tóxicos o adictivos para su cuerpo. Rompa el hábito de comer alimentos que no son saludables y aprenda a reponer su cuerpo con proteínas de calidad bajas en grasa, carbohidratos y grasas saludables, así como con suplementos cuando sea necesario. Un estilo de vida saludable con una rutina de ejercicios, buena nutrición y actividad física diaria le ayudará a combatir la obesidad y a reducir el riesgo de enfermedades del corazón.
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