Programa Osteoporosis ONERO™ en Somerset, NJ

Con más de 1,5 millones de fracturas al año en EE.UU., la osteoporosis es una enfermedad que afecta a la población de más de 50 años, con consecuencias devastadoras en muchos casos, que conducen a la pérdida de independencia y a la muerte. A pesar de varias clases de medicamentos que muestran resultados prometedores en la investigación y la práctica clínica, el segundo trastorno óseo más común en Estados Unidos sigue haciendo estragos, ya que se cobra la independencia de nuestras madres y hermanas mayores, siendo mucho más frecuente en las mujeres que en los hombres. La osteoporosis afecta al 18% de las mujeres y al 4% de los hombres en Estados Unidos.

Aunque la conversación sobre la osteoporosis se ha centrado durante décadas en el consumo de calcio (normalmente procedente de la leche de vaca) y en las terapias de sustitución de estrógenos, este enfoque se ha demostrado una y otra vez como una solución demasiado simplificada para una afección que implica una constelación de factores en su génesis y progresión. La antropóloga médica y autora de Better Bones, Better Bodies, la Dra. Susan Brown, concluye que "al igual que las enfermedades coronarias, la hipertensión, la obesidad, las enfermedades dentales y periodontales, los cálculos biliares y renales, la osteoporosis es una enfermedad de la civilización occidental creada por nuestro estilo de vida. Todas estas enfermedades son desconocidas o poco comunes entre los pueblos indígenas y tradicionales.... como han documentado otros antropólogos".

Aparte del posible impacto negativo del aumento del consumo de calcio en la salud cardiovascular, la mera ingestión de este mineral no garantiza que se absorba y llegue al hueso, especialmente si hay problemas digestivos. Además, se puede afirmar que el consumo de leche de vaca en las mujeres tiene más consecuencias perjudiciales que positivas. Además del calcio, hay al menos otros 7 elementos y muchos oligoelementos que son esenciales para una fisiología ósea óptima, como el magnesio, el fósforo y el cobre, entre otros, y que se adquieren a través de una dieta rica en nutrientes, se absorben y se introducen en nuestros huesos en el contexto de una digestión saludable y un metabolismo sano.

¿Y el ejercicio? Al examinar las pruebas científicas relativas al ejercicio, las mejoras parecen modestas en el mejor de los casos. Y esto se debe a que no todo el ejercicio es igual cuando se trata de fortalecer los huesos. No sirve cualquier ejercicio. Integrar simplemente algunos ejercicios de "carga de peso" en su rutina y salir a caminar podría tener algunos beneficios para su salud, pero no conducirá a resultados positivos en la densidad ósea. Los cambios positivos en la arquitectura, la densidad y la capacidad de recuperación de los huesos se evocan mediante ejercicios que cargan significativamente el hueso y el sistema muscular. Desgraciadamente, estos son los mismos ejercicios que nuestra frágil población evita en su mayoría por miedo a las lesiones. Y, lamentablemente, incluso los fisioterapeutas evitan prescribirlos a sus pacientes por falta de formación sobre su realización segura.

Las consecuencias de una caída y una fractura de cadera en una persona mayor son sencillamente devastadoras. El 70% de estas fracturas acaban en pérdida de independencia (residencia) o muerte. No podemos sobrestimar el impacto que la osteoporosis tiene actualmente en las últimas décadas de nuestras vidas. Estos datos nos invitan a mirar más allá del paradigma actual de prevención y tratamiento y considerar todos los factores del estilo de vida implicados en la salud ósea. En Medicina Natural y Rehabilitación en Somerset, NJ, ofrecemos una evaluación individualizada y tratamiento, incluyendo la evaluación de estilo de vida, análisis de sangre, nutrición clínica, y la terapia física como parte de nuestro enfoque para la prevención y el tratamiento de la osteoporosis.