Las ondas sonoras de alta frecuencia mejoran la reparación de los tejidos a nivel celular. La energía producida por las ondas sonoras estimula las membranas celulares aumentando el flujo sanguíneo, reduciendo la inflamación, disminuyendo el dolor, la rigidez y los espasmos, lo que la convierte en una terapia viable para numerosas aplicaciones. Se utiliza para tratar inflamaciones y lesiones de músculos, ligamentos y articulaciones y suaviza cicatrices adhesivas.